Desde Jaén hacia el valle del Guadalquivir
se extiende una comarca de suaves lomas, cubiertas de dorados olivos
que la niebla de esta mañana transforma en un escenario irreal.
Nuestra ruta de hoy sigue el curso del río,
hasta llegar primero a Marmolejo, para continuar más tarde por tierras de la vecina Córdoba.
Es Marmolejo un pueblo, al oeste de la provincia de Jaén, de amplias y rectas calles,
que vive del olivar y del regadío en las vegas del Guadalquivir y del Salado de Arjona.
En la plaza la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz,
Los trabajos para construir el Templo se iniciaron durante el siglo XVII, en el interior destaca el retablo del altar mayor que fue traído del convento de las Dominicos de Benavente.
Pero si hay algo que ha dado a conocer a Marmolejo, ha sido su famoso balneario en el que tomaron sus aguas, a principios del siglo XX,
los actores Charles Chaplin o Rodolfo Valentino, dadas las cualidades de sus aguas medicinales.
Junto al balneario, orgulloso se levanta, un puente renacentista
construido en la segunda mitad del siglo XVI por el arquitecto Benito del Castillo.
La obra de ingeniera presenta siete arcos de medio punto para salvar las tranquilas aguas del gran río.
Entre meandros, en un alto alcor, Montoro.
En su escudo aparece, un negro toro, sobre una alta loma.
Es Montoro una ciudad de calles estrechas, limpias y empinadas,
en ellas nos sorprende la gracia de sus casas encaladas,
muchas de ellas construidas con piedra molinaza, con su característico color rojo
y decoradas con balcones de flores multicolores.
Para disminuir la pendiente las calles presentan cantones, donde la altura se rebaja gracias a escalones y barandas.
En la antigua Tercia el Museo del Aceite,
que nos recuerda las labores de este cultivo y la obtención de nuestro aceite de oliva,
Tras pasear por las salas de este edificio construido en el siglo XVIII, como almacén de aceite, vino y trigo procedentes de los diezmos eclesiásticos.
Desde el museo nos dirigimos ahora a la Plaza Mayor
con la silueta de la torre de la Iglesia de San Bartolomé, verdadero faro de Montoro.
En la Plaza Mayor las Casas Consistoriales, edificio construido durante el reinado de Felipe III (1598-1621)
En su interior, en el actual Salón de Plenos, un
soberbio, artesonado de estilo mudéjar.
Desde el Salón sobre la antigua Plaza Mayor son realmente
dignas de contemplar.
A un lado de la plaza la iglesia parroquial.
La Plaza Mayor, constituye el resumen de toda la arquitectura de la ciudad y testimonio de su declaración como Conjunto Histórico Artístico.
Siguiendo la calle Corredera, nos detenemos en la Oficina de Turismo, antigua Posada, para ver desde sus ventanales el barrio de Retamar y
el Puente de las Donadas.
En la Plaza del Charco la Parroquia del Carmen, obra del siglo XVIII,
el Templo actual, perteneció al convento del Carmen.
Terminamos nuestra ruta en Montoro, reponiendo fuerzas y
preparándonos para la siguiente etapa Villa del Río.
Desde aquí dar las gracias al Excmo Ayuntamiento de Montoro y a la Policía Local, sin cuya colaboración esta visita no hubiese sido posible.
Hasta dentro de unos días. Un saludo. Carolina.