Históricamente Vilches se encuentra estrechamente vinculado con los pasos que, a través de Sierra Morena, comunicaban Andalucía con las llanuras manchegas.
La ciudad se encuentra a poco más de 80 km de Jaén encaramada en la cima de un monte en forma de collado formado por tres cerros que le ofrecen sus faldas por asiento.
Tras subir una empinada cuesta nos dirigimos hacia la antigua fortaleza de Vilches, en el camino nos saluda la humilde silueta de la Ermita del Humilladero dedicada a San Sebastían y,
un poco más arriba nos esperan, las antiguas casas cuevas, horadadas a los pies de la inexpugnable fortaleza.
Pocos restos quedan del orgulloso castillo, vigía, otrora, del Paso del Muradal y del rojizo valle del Guadalimar, entramos en él por un estrecho túnel que da paso al antiguo patio de armas
defendido por un enhiesto torreón macizo de forma circular construido en mampostería irregular y, desde el que parten algunos restos de las murallas que rodeaban toda la fortaleza.
En el patio de armas se alza la ermita de Nuestra Señora del Castillo, un templo construido en el siglo XIII y posteriormente reformado siguiendo modelos barrocos durante el XVIII.
En su interior se venera La Virgen del Castillo Patrona de Vilches.
Desde el Cerro del Castillo se extiende ante nuestros ojos un paisaje en el que se dan citan campos de verdes olivares, infinitas dehesas y quebradas sierras regadas por las aguas del Guadalimar y Guadalén
que se remansan en los embalses de la Fernandina, Guadalén o Giribaile.
Desde Vilches os deseamos
¡FELIZ AÑO 2018¡