La villa se encuentra en la comarca de Sierra Mágina a poco más de 35 Km de Jaén.
Sus habitantes viven del olivar y de sus famosas brevas, dulces frutos que regalan el paladar.
Entre los siglos X y XI los árabes construyeron una fortaleza defensiva, de la que nos
ha llegado su torre del Homenaje.
Tras la conquista, la Orden de Calatrava adaptó la fortaleza hasta adquirir forma de una casa señorial.
La primera de sus salas se cubre con bóveda de crucería que apoya sus nervios sobre ménsulas decoradas con motivos vegetales, en una de sus paredes guarda una
pintura al fresco que representa una escena naval con bajeles medievales.
La segunda planta se ilumina con esta ventana de arcos polilobulados con delicado parteluz.
Desde su terraza contemplamos la trama urbana de la ciudad,
y las crestas rocosas de la Sierra.
La Iglesia de Santiago, comenzó a construirse en el siglo XVI,
en estilo gótico tardío, siendo terminadas sus tres naves con criterios renacentistas.
Jimena es un pueblo pequeño, en el que apenas viven 1500 personas, que ha sabido guardar un urbanismo
a la medida del ser humano, de calles estrechas y casas blancas que desafían al calor y al mal tiempo,
calles para un paseo sosegado, entre el verdor de las plantas y
el eco de los pasos del caminante,
lejos de los ruidos, de las prisas, de atascos y humos.
En definitiva un lugar, donde la calidad de vida es
el mejor antídoto contra el estrés.
En la parte más alta de Jimena se encuentra la Ermita de Cánava,
con su verde arboleda, el pilar y la ermita de la
Virgen de Cánava.
Otro tesoro que esconde Jimena es la Cueva de la Graja,
con sus pinturas rupestres que se remontan a finales del Paleolítico y principios del Neolítico, o
el Pinar de Cánava, foto de nuestra amiga Cati.
Termina nuestro tiempo en Jimena, pero antes agradecer a su Alcaldesa la amabilidad con este taller y Andrés por las detalladas explicaciones sobre su pueblo.
Vamos a iniciar una nueva sección en nuestro blog, en ella hablaremos un poco de los platos típicos que vayamos degustando por los distintos lugares que recorramos, o simplemente de las comidas que realicemos en ellos, hoy comenzamos con: los magníficos desayunos que ofrece a base de ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA VARIEDAD PICUAL, condimentado con tomate natural triturado el Restaurante EL MIRADOR DE JIMENA, situado en la Carretera Jaén -Bedmar.
Nuestra siguiente etapa en este domingo soleado de Febrero es el Santuario de Cuadros.
El santuario a tan solo cuatro kilómetros de Bedmar
acoge la ermita de la patrona de Bedmar protegido por un torreón medieval.
Es cuadros un paraje de agua y verdor,
donde la naturaleza nos ofrece su cara más bella.
En este lugar una humilde ermita que guarda celosa la
imagen de su venerada Virgen y la de su Hijo.
La ermita se construyó en el siglo XVII
sobre otra anterior del siglo XV.
Como prueba de devoción a los pies de la Virgen, siempre se encuentran flores nuevas que los devotos le ofrecen agradecidos.
Dejamos la ermita para pasear por el lugar y admirar como la primavera ya
comienza gozosa a florecer bajo la
sombra protectora del torreón de Cuadros. Gracias a Horacio, maestro jubilado, que nos deleitó con sus enseñanzas sobre la Virgen de Cuadros.
Regresamos a Bedmar para comer en el Asador Ismael, en el Polígono Industrial "Los Llanos de Bedmar".
Entre las especialidades que degustamos destacamos: Ensalada con productos de la Huerta de Bedmar, regados con Aceite Virgen Extra, el Paté de Perdiz, las Migas a la Serrana al estilo de Bedmar y el Secreto de Cerdo a la brasa.
Tras tomar café, seguimos nuestro Ruta, que nos lleva a otra comarca de la provincia de Jaén: La Loma.
Es Ibros lugar peculiar, que hasta el siglo XIX contó con dos jurisdicciones: Ibros del Rey e Ibros del Señorió.
En el centro de la villa, la plaza con el templo de San Pedro y San Pablo,
construido entre 1523 y 1533.
en uno de sus laterales la iglesia se adorna con este arco de ladrillo y la balaustrada de madera que nos trae ecos de Castilla.
Desde la plaza, dorada a esta hora por el sol, descendemos a Ibros del Señorío,
barrio de calles más quebradas, de paredes blancas, y en el centro
la Casa del Cabildo con el escudo de los Benavides.
rodeada de casas sencillas, populares y entre ellas de pronto
la Muralla Ciclópea construida por los íberos en torno al siglo -IV.
son los restos de unos muros colosales que defendían un recinto cuadrangular, del que solo se conservan 2400 años después, tan solo dos de sus lados.
La cerca está construida por sillares ensamblados sin mezcla o mortero,
algunos de ellos de dimensiones enormes, alcanzando
los 3´60 metros de longitud por 1´70 de ancho
y 0´70 m de espesor.
junto a ellos y frente a tanto despliegue de fuerza y poder, esta sencilla hornacina.
Regresamos a Ibros del Rey y a su plaza para contemplar el Palacio de los Benavides y la
gracia de sus ventanales.
Un poco más lejos en la calle Aire, este soberbio palacete con su balcón de forja.
Termina nuestra Ruta en la Fuente del Paraiso, junto a la carretera que nos llevará a Jaén.
Desde aquí nuestro más profundo agradecimiento a nuestros amigos: Rafael y Manolo sin los que esta Ruta realmente no se hubiera podido realizar, muchas gracias y esperamos seguir contando con su colaboración y ayuda en nuevos caminos . Muchas gracias.
Un saludo. Carolina.
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