sábado, 12 de diciembre de 2015

UNA LEYENDA DE JAÉN




Cuentan las viejas crónicas
que hace muchos, muchos años 
las gentes del barrio de
la Magdalena de la ciudad
de Jaén,




vivían atemorizadas por la
presencia en sus calles y plazas
de un monstruo aterrador y
sanguinario.



Los más atrevidos, aseguraban
haberlo visto esconderse
en la misma cueva 
desde donde  brotaba el agua 
de la Fuente de la Magdalena,




otros afirmaban que era
un lagarto de inmensas proporciones,
capaz de una sola dentellada
de comerse  una  cabalgadura.



Lo único cierto, era
que las calles del barrio
permanecían solitarias día y noche,
nadie osaba salir de sus casas.





¿Pero qué fue de aquel 
cruel y feroz monstruo ?




Realmente, hoy podemos comprobar
que  los testigos
no mentían, 
aquel ser tenía
enormes y afilados dientes,

  

y bajo su fría piel
latía un corazón despiadado,
incapaz de la menor clemencia.




En su interior, algunos
animales, aún vivían, a la
espera de ser 
fatalmente rumiados
 y por fin devorados,



los pobres infelices, trataban
de encontrar la luz del día
en aquellas oscuras tinieblas,
alumbrándose con la ayuda de algún
extraño y misterioso farol,



a sus espaldas,
sus hijos gritaban desesperados
temiendo un fatal final.



 Al fin la ciudad encontró
a dos valientes que unieron sus fuerzas
para luchar contra el temible lagarto,




uno de  los dos valerosos 
sugirió dar al monstruo escondido
entre pellejos de ovejas, docenas 
y docenas de huesos afilados,




el otro propuso,
esconder en una piel de vaca
decenas de muebles con
 hirientes púas ensartadas,





trabajaron de forma diligente,
y con la ayuda de un
buitre amaestrado 



 desde el aire 
 a la bestia remataron,
de una certera pedrada.





¿O tal vez el monstruo reventó
tras comer un cordero lleno de
pólvora? 

¿Cuál será la historia más real? 
¡Quién lo supiera!



El "Lagarto de la Magdalena" fue 
realizado por los artistas:

Miguel Ángel Belinchón "Belín" y
José Ríos.

Se puede contemplar  en la Rotonda Norte
de  entrada a Jaén.



Próxima parada, Sevilla.

Muchas gracias a todas y todos.

Esperamos vuestros 
comentarios y sugerencias.
Un saludo. Carolina.


miércoles, 9 de diciembre de 2015

LOS BARRIOS DE JAÉN: SAN ILDEFONSO.

Continuamos nuestro recorrido
por los barrios de Jaén
deteniéndonos en uno de
los más pintorescos.




Esta barriada nació en
la Baja Edad Media, 
fuera del recinto amurallado
de la ciudad, 




por lo cual tuvo que desarrollar
su propio muro defensivo,
consolidándose durante el Renacimiento
como la zona comercial de la nueva ciudad.




Junto a la Puerta del Ángel
se encuentra este monasterio 
de la Orden Franciscana




construido durante el siglo XVII,




Su iglesia de una sola
nave se adorna con bóveda
de media naranja sobre el crucero.




La Puerta del Ángel
perteneció a la muralla del
arrabal




siendo reconstruida
en 1640, instalándose
en su hornacina
 la imagen del Arcángel
San Miguel.



A su lado aún
corre el agua del pilar 
de la Alameda, recuerdo de 
otros tiempos cuando 
 gran parte de las familias
del barrio se dedicaban a la agricultura
y en este pilar abrevaban a sus animales.



La Alameda de Capuchinos 
siempre ha sido el pulmón verde
de la ciudad 




remontándose su origen
a fines del siglo XVI, cuando
los frailes capuchinos destinaron parte
de sus huertas para plantar árboles.




El frescor de sus tardes
de verano, y las espectaculares
vistas que nos ofrece
desde sus terrazas, hacen de esta Alameda
uno de los lugares más agradables 
y amenos  de todo Jaén.



Seguimos nuestro recorrido
por el barrio, pasando por la





Calle Salsipuedes,
que al oír su nombre
las gentes de Jaén, siempre contestarán:
"Y entra si te dejan"




Un poco más arriba
la Calle Capitán Aranda Baja,
que todavía conserva 
casas de dos alturas con el "terrao"
en la parte más alta para guardar
las cosechas de todo el año.




Calle Rejas de la Capilla,





por la que según la tradición
se apareció la Virgen María
la noche de San Bernabé del
año 1430.





El templo de San Ildefonso
se construyó durante la Edad
Media en estilo Gótico,





A mediados del XVI 
el arquitecto jiennense 
Francisco del Castillo el Mozo,
realizó en su muro norte una portada
coronada con el relieve
de la Imposición de la Casulla a San Ildefonso.





El interior de la Iglesia
presenta tres naves con pilares




que sostienen arcos apuntados
y bóvedas nervadas.




Retablo de las Ánimas del Purgatorio,
de Duque Cornejo 1754-1770.






Tras el Altar Mayor,
se encuentra 
el Retablo del Milagro del Descendimiento
y el de San Benito de Nursia 
de Pedro Duque Cornejo,




detalle del
"Descendimiento de la Virgen".




El templo está coronado





por dos impresionantes torres




La  mayor se cubre
con un chapitel cónico,
siendo la portada principal
y la torre más pequeña obra
de Ventura Rodríguez.



Siguiendo nuestro paseo
 llegamos a
la antigua Calle Ancha,
 hoy Muñoz Garnica,
que aún conserva casas solariegas como:
el Palacio de los García Quesada,





antiguas casonas,





testigos mudos de otros tiempos.





Desde Jaén, 
un saludo a todas y todos.
Carolina.



Próxima parada:
Una leyenda de Jaén.