domingo, 3 de enero de 2016

ARQUITECTURAS. JAÉN


Las nuevas tendencias en 
 arquitectura se inician en Jaén

en el año 1988 con la construcción del 
Banco de España, de Rafael Moneo, 
un prisma de mármol rojo



protegido por un fuerte muro, 
sitiado por un ejercito 
de esbeltas palmeras,



que se abre al exterior,
con un gran vano triunfal
de factura adintelada.


A su interior se accede 
lateralmente por un
reducida portada de forma cúbica
cobijado bajo la sombra del  gran vano 
que define el edificio.





En 2001 se construye la Caja de Ahorros
de Jaén.
El primer edificio en la ciudad
donde se unen el acero y el cristal
para dotar a su fachada de
reflejos dorados sobre  oscuro fondo.



La sede del 112 está formada
por dos volúmenes, 
el primero construido en hormigón


que se ilumina con pequeños y
 alargados
ventanales rectangulares
dispuestos en forma escalonada 



la gran fachada mirador.
Un edificio rectangular, 
construido en acero y cristal
 de tonalidades 
blancas y grises 
que se alternan en número y disposición.


La fachada de la Escuela de
Magisterio ha sido remozada
en el año 2015 cambiando sus
ocres tonos, por grises y blancos.



El solar del campo de fútbol
ha dejado al descubierto 



una imagen desconocida de la "Aneja".
En ella dos cuadrados, uno rojo y
otro azul  se unen
 dibujando un gran rectángulo
que aloja en su interior los
ventanales que dan luz a las aulas.



A su lado un centro deportivo (2015)
que parece flotar sobre 
el pavimento apoyado  
sobre dos pilotes de hormigón.
Su fachada totalmente plana
se ilumina con dos vanos 
de ecos trapezoidales.


Centro comercial (2008).
El arquitecto juega con un
gran vano adintelado,
que se resuelve a modo de
prisma triangular abierto 
hacia el interior.



Este edificio administrativo,
se distribuye en dos alas de 
tonalidades enfrentadas:
una blanca y cerrada,
la otra abierta a las miradas.






Futuro centro de salud.




En el blanco de la fachada
se abre una gran cristalera
de forma rectangular,
 a su lado los vanos se distribuyen de
forma asimétrica para dotar
de luz al interior.



Cámara de Comercio,
nave abierta



al mar incierto de los negocios.
La redondeada proa 
se viste de mármoles de claros acentos,
oteando el mundo que la rodea
por los ojos de dos alargados miradores.


Clínica del deporte.
La obra se abre
nuevamente con una cristalera de 
cortantes y afiladas formas,
atemperadas por la simetría y
el porte clásico de su fachada norte.




Vista de la Cámara y de la
Clínica del Deporte.



Centro Aspramif, 2015.



Sus afilados tonos grises,
nuevamente recuerdan 
la proa de un navío.
La fachada conjuga
paneles rectangulares colocados  
a soga con vanos de adinteladas formas
que se distribuyen a tizón.




Desde la parte posterior
del edificio podemos
observar los agudos perfiles
que la construcción presenta,
atemperados con el ritmo pausado
de los vanos de su cuerpo central.



Edificio de oficinas,



todo en él es luz,
 la fachada se protege 
de los rayos del sol  poniente
con parasoles de metal.



Edifico de viviendas,
el blanco de la fachada
solo se rasga con pequeñas
celosías de alargada forma
rectangular.



Edifico Aprompsi, 2015.
Destacan en él su balcón principal
en forma de alargada G,


y la unión de los dos prismas,
en los que converge horizontalidad y
verticalidad.




Edificio de oficinas.
Cuatro soportes elevan
esta obra exenta del suelo,
 iluminada por ojos de buey
distribuidos de forma par.


Este inmueble conjuga 
la distribución cúbica destinada
a viviendas, con el cilindro
de color azul donde sitúa
 una amplia balconada,
a la que se añade una galería
de balcones que se abren a la luz.


Centro Social.
Su horizontalidad destaca
sobre los rectángulos verticales de sus
vanos y el verdor del jardín que lo rodea.



Grupo de viviendas
agrupadas en torno a un patio 
comunal, que se articula como
lucernario y área de expansión
de esta "máquina de habitar"
completa y autosuficiente.




Bloque de pisos en construcción.
Este nuevo edificio  presenta una fuerte apuesta, 
debido a los materiales empleados en su construcción: 
ladrillos de color negro, con los
que se combinan ventanales de carpintería
lacada en blanco.



Residencia de la Tercera Edad:
Capilla.
El arquitecto aprovecha
la fuerte expresividad de los tonos rojizos
del cobre y la ingravidez de las vidrieras,
para dejarnos este bello templo, 
que rezuma ecos 
de la obra de Le Corbusier.



El fulgor y el ritmo de 
los ventanales rectangulares,
se ve interrumpido por la
aparición de un monumental  balcón en esquina,
decorado con molduras salientes
y grandes recuadros que enmarcan
grupos de cuatro ventanas.
La puerta de entrada destaca
como un amplio atrio.

Cerramos esta mirada
por los grandes edificios del nuevo Jaén




Con el Museo de Arte Ibérico,
aún en construcción.



Nueva parada.
Arquitecturas dos. Jaén.



Un saludo a todas y todos.

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